¡Hola! Hoy os quiero hablar del rincón sensorial. Un espacio de estimulación y creatividad utilizando nuestras manos como herramientas.
La arena kinética es muy maleable y de tacto agradable, y permite hacer multitud de figuras y formas sin que se nos rompa; pero tiene un gran inconveniente, el precio. Suele ser bastante caro para su durabilidad. En este caso, para utilizar en este rincón, hemos fabricado nuestra propia arena kinética; el resultado es prácticamente el mismo y es muchísimo más duradera y barata que la anterior.

Para la realización necesitamos:
- una caja de plástico grande con tapa, la tapa es importante para conservarla y también para que no acudan bichitos.
- 5 kilos de harina de trigo, normal, sin levadura ni nada raro.
- Una botella de aceite de bebé de 500 ml.
- Moldes de arena de diferentes tamaños.

En  la caja, ponemos toda la harina y distribuimos el aceite por encima. Mezclamos bien, como si se tratara de hacer una masa, despegando todos los grumos que hayan podido quedar. el tacto y el olor son muy agradables. Un truco: si añadimos colorante alimentario al aceite, le daremos color a nuestra harina.

¡Ya veréis que bien se lo pasan los peques!

Un saludo.