¡Hola a  tod@s!

Hoy quiero hablar sobre el arco iris Waldorf, un material que nos acompaña desde lo tres años y que es un rincón fijo en la clase.

Nunca algo tan sencillo nos da tanto juego, desde la construcción libre hasta el juego símbolo utilizándose como compartimentos de una casita.

Con el paso del tiempo, han ido haciéndose unos expertos y, cada vez, intentan construcciones más imposibles, trabajando así la creatividad y el equilibrio.

Al ser de madera, natural e imperfecta, afianzamos la parte sensorial de los peques. Los colores nos son muy útiles cuando estamos en tres años. Con su manipulación, ganan en destreza y coordinación.

Al ser  un rincón estable en el aula, las posibilidades de desarrollo han ido evolucionando a la vez que los peques han ido creciendo. Si bien, en tres años era prácticamente juego simbólico, ahora es en su mayoría de construcción. Es un espacio donde caben sólo dos peques, así que, también se trabaja mucho la cooperación y diálogo entre ellos en el juego.

Arco iris hay de muchos precios, tipos y formas, pero ya se sabe: cuanto más económico, peor resultado. El que tenemos en clase es el arco iris grande de 38 x 18 cm. Con 12 piezas. Lo compré en Jugar I jugar, por unos 62 euros, parece un poco caro, pero teniendo en cuenta que lo tenemos ya tres años, ya no resulta tan costoso.

En estas fotos os pongo las construcciones que han ido haciendo desde que empezó el curso. ¡Cada cual más difícil!