¡Por fin está terminando!
Ya tenemos en la clase nuestro calendario Montessori. Un recurso, que junto con la asamblea, forma parte de nuestras rutinas.

La idea surgió comiendo con una amiga de carrera, ella lo llevaba a la práctica en su clase, inspirada en la cadena anual de la página www.rejuega.com, "una manera muy sencilla de acercar los conceptos abstractos del tiempo" a los peques. De manera visual y manipulativa, van viendo el paso de los días y de los meses.

El espacio en la clase estaba delimitado, lo ideal hubiera sido colocarlo todo seguido para que se viera la línea temporal más clara, pero no puedo ser. Así que, nos quedaron cuatro cordeles que nos sirven para separar las estaciones.

Para hacerlo, sólo nos hacen falta 365 (o 366, según el año) pinzas de madera de color claro, pintura, lazos y distintivos de las cuatro estaciones en goma eva.

Las pinzas se pintan sólo por una cara, ya que la otra cara es la que nos sirve para explicar que ya ha pasado el día. Cada mes tiene un color, asociado a los colores del calendario Montessori.
● Enero: lila.
● Febrero: azul.
● Marzo: celeste.
● Abril: turquesa.
● Mayo: verde.
● Junio: verde lima.
● Julio: amarillo.
● Agosto: amarillo oscuro.
● Septiembre : anaranjado.
● Octubre: naranja.
● Noviembre: rojo.
● Diciembre: marrón.

Los colores coinciden con las estaciones del año, por lo que queda muy visual y llamativo. La pintura la fui degradando conforme iba pintando, lo que hizo que el salto de tonalidad no fuera tan brusco.

La metodología es muy sencilla, cada pinza es un día, cuando pasa un día le damos la vuelta a la pinza. El cambio de estación está indicado con un icono de goma eva que hice: flor para primavera, sol para verano, hojas para el otoño y un copo de nieve para el invierno; además de un lazo, pues al darle la vuelta deja de verse el icono pero no el lazo.

Los cumpleaños de los peques son los carteles que están enganchados en la pinza del día correspondiente. Cuando ya ha pasado, al darle la vuelta, sólo se ve el nombre sobre fondo negro.



El encargado del día, después de pasar lista y mirar el calendario, le pega una vuelta a la pinza correspondiente a ese día  (tres si es lunes 😉).
La verdad es que les gusta muchísimo y se le hace más sencillo entenderlo. Se les puede olvidar otras cosas, pero darle la vuelta a la pinza, seguro que no.

¡Hasta pronto!